El señor Conservador es inalcazable. No se puede hablar con él. Los plazos de entrega de las inscripciones son abismantes. Una inscripción entregada hoy porque tenía un reparo consistente en corregir el número de incripción de la propiedad. Sólo un número. Pues me han señalado que me lo entregarán el 12 de Enero. Es demasiado. Además, el señor Conservador no tiene deferencia alguna con los abogados. Tengo 71 años de edad y 45 de profesión. Pues, debo hacer fila en el exterior del edificio, con frío o con mucho calor. Esto no ocurre con ningún otro Conservador que yo conozco, y conozco muchísimos. Mi calificación es, lamentablemente, de un servicio deficiente.